viernes, 16 de marzo de 2012

EE.UU. entre el juego del TEG y la guerra comercial con China


El país del Norte está nervioso con la evolución económica y tecnológica del Gigante de Asia, y éste se muestra preocupado por las señales de EE.UU.
Fabián Tavella | ftavella@lmcordoba.com.ar
Días atrás la Unión Europea (UE), Estados Unidos y Japón denunciaron a China ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por sus restricciones a las exportaciones de “tierras raras”. Lo que podría pasar como un simple encontronazo de intereses, pone en evidencia una vez más las crecientes tensiones entre China y el país del Norte.
Por su parte, y como suele ocurrir frecuentemente, la OMC, declaró la ilegalidad de la restricción de Beijing a la exportación de este tipo de metales que se emplean en la industria de las telecomunicaciones y la informática.
Las tierras raras son un conjunto de 17 elementos químicos, de los cuales China controla el 95% de la producción global, y el domingo pasado anunció que la exportación de estos elementos sería igual a 2011, con todo lo que ello implica para la economía de Europa y EE.UU. ávidos de hacer despegar sus finanzas de la mano de la tecnología.
Al tema de las “tierras raras”, se agregan las limitaciones a una importante operación de aviones Airbus y la negativa recurrente de Beijing a abrir los mercados públicos chinos, que van dificultando más la relación.
La decisión china impacta generando inflación en los precios de los sectores de alta tecnología, ya que estos metales son ampliamente utilizados en componentes de punta, tales como teléfonos celulares, turbinas eólicas y misiles. Asimismo, desarrollo de autos híbridos, óptica y equipos médicos. Sin contar la preocupación del Pentágono, que recientemente acusó el impacto, por las aplicaciones militares de las tierras raras, particularmente aleaciones aplicadas conseguir bajo perfil de radar (stealt-furtivo en inglés) en desarrollos aéreos.
A todo esto, China dejó en claro durante la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (APN), máximo órgano legislativo del país, que tras convertirse en el mayor proveedor de tierras raras del mundo, los costos medioambientales no fueron incluidos en los precios de esa materia prima, por lo que para controlar el daño ambiental y proteger los recursos, el Gobierno decidió suspender la emisión de nuevas licencias para la prospección y explotación de tierras raras, imponer topes de producción, además de cuotas de exportación y aplicar estándares ambientales más estrictos en la producción del recurso.

El juego del TEG

Todos medianamente reconocemos que la mayoría de los conflictos tienen una raíz económica, Alejandro Magno no hubiera avanzado sobre Persia sin la ilusión de sus riquezas, Roma no hubiese sido imperio sin el expolio de otros pueblos e Inglaterra sólo sería una isla en el norte de Europa. Por eso nos parece adecuado poner en evidencia la actual estrategia de Washington, en su búsqueda de rodear a China.
Barack Obama indicó hace unos meses en Australia, que Estados Unidos tiene la mira puesta ahora en la región Asia-Pacífico. El interés por Asia, según el consabido recurso comunicacional de la Casa Blanca, está alimentado principalmente por las inquietudes respecto a la fuerza naval de China, que es cada vez mayor y podría poner en riesgo la superioridad militar estadounidense en el océano Pacífico y su acceso al Mar del Sur de China.
Por su parte, León Panetta manifestó: «Esta región tiene una importancia cada vez mayor para el futuro de la economía de Estados Unidos y nuestra seguridad nacional». Obvió agregar que para los planes económicos de EE.UU. Esta región es muy rica en minerales y que la locomotora china está haciendo tambalear las economías de Europa, Japón y la del propio gigante norteamericano. Al punto que numerosos economistas piensan que en los próximos 20 años la economía del dragón alcanzará al águila norteamericana.
Yuan Peng, director del Instituto de Estudios Americanos de China, señala que “tal vez su país se convertirá en el nuevo punto de atención”.
“Estados Unidos está cambiando su enfoque desde el Medio Oriente y Asia del Sur con dirección a Asia Oriental de la lucha contra el terrorismo para enfrentar a las potencias emergentes”, aseveró Yuan .
“Ya es una realidad que están aquí”, la siguiente pregunta es, ¿de qué se trata? ¿Es para rodear o contener a China?”, cuestionó.
¿A quién le toca tirar el dado ahora?